No es una cuestión de “si”, sino de “cuándo”.
La realidad del mundo en que vivimos es que se producirá un acontecimiento, ya sea natural, provocado por el hombre o una emergencia de salud pública (como la pandemia de COVID-19). Y al acontecimiento no le importa si usted está preparado o no, por lo que cada cual debe desempeñar un papel en su propia preparación.
Septiembre es el Mes Nacional de Preparación ante las Catástrofes, un buen momento para crear su propio plan de preparación ante catástrofes, de modo que esté preparado para cualquier tipo de desastre o emergencia.
Estar preparado para la autodefensa (defender sus derechos y necesidades) es una parte importante de asumir la responsabilidad de su resiliencia ante las catástrofes. Resiliencia significa ser capaz de superar más fácilmente un momento difícil. Al fin y al cabo, cuando se produce una catástrofe o una emergencia, usted quiere determinar su destino en la medida de lo posible. Así dependerá menos de los demás y dejará menos cosas al azar.
Una forma de incluir la autodefensa en su planificación es hablar con las personas y organizaciones que podrían afectarle en caso de catástrofe o emergencia. Puede ser el departamento local de gestión de emergencias, su proveedor de asistencia sanitaria, una organización local sin fines de lucro, etc. Al conectar, los demás sabrán quién es usted y lo que necesita para mantenerse a salvo, y usted sabrá qué esperar de ellos si se produce un suceso.
Otra forma de incluir la autodefensa en sus planes de preparación ante catástrofes es conocer sus derechos. Infórmese sobre sus derechos relacionados con la vivienda, el empleo, la educación, etc. Si conoce sus derechos de antemano, sabrá qué puede defender en caso de catástrofe o emergencia.
Para obtener más información que le ayude a responsabilizarse de su preparación y a conocer sus derechos, consulte nuestro nuevo recurso, Autodefensa y preparación ante catástrofes.